Fotografíando cuevas

ABEJARUCO: Salida fotográfica marzo 2012

 Para fotografiar bajo tierra tan solo necesitamos una cámara , un trípode  y un flash. También podemos llevar un voluminoso equipo de iluminación y la mejor cámara. Todo depende deque vayamos a hacer.
En cualquier caso el trípode y el flash serán imprescindibles para poder realizar buenas fotografías. Esto es debido a que la luz de que disponemos es muy débil. Sea cual sea la luz, su baja intensidad nos obliga a disparar a velocidades muy bajas y a utilizar el trípode para que la fotografía no salga movida. Además, nos puede interesar iluminar con el flash para poner luz allá donde no haya o complementar la luz existente. El trípode, en este caso, nos puede ser útil o, hasta imprescindible.

EL FLASH
Tenemos que aprender, en primer lugar, a utilizar el flash. La característica más importante del flash es su potencia, es decir, nos interesa saber en todo momento hasta donde llegará. El alcance del flash viene definido por el número guía, n.g=fxd, que f es la obertura del diafragma y d la distancia entre el flash y el sujeto a iluminar. El número guía se refiere a una sensibilidad de 100 ISO, ya sea de la película o de la cámara digital. En la práctica quiere decir que un flash de n.g. 32 nos iluminará correctamente un sujeto situado a 4 m con un diafragma f8 (8x4=32). Esta información la encontraremos en el manual de instrucciones del flash o de la cámara. En algunos casos tan solo indicará el alcance máximo del flash en unas condiciones concretas, donde podremos deducir el ng. Este dato es imprescindible, incluso cuando trabajamos en modo automático con una cámara compacta con flash integrado: su alcance máximo a 100 ISO se sitúa entre 3 y 5 m, por lo tanto es muy fácil que muchas fotografías nos salgan oscuras si no lo tenemos en cuenta.
Las cámaras con flash integrado no permiten un control manual del flash, pero normalmente ofrecen la posibilidad de aumentar o disminuir la exposición del flash incluso +-2 puntos, en tramos de 1/2 o 1/3. De esta forma podremos corregir la exposición del flash si disponemos de una cámara digital si vemos que la exposición no es la correcta. Otro problema es que el flash situado en la cámara produce una luz plana, sin relieve, ya que el objetivo y el flash están situados prácticamente en la misma línea. En definitiva, vemos que una cámara compacta con flash integrado no es suficiente. Tendríamos que añadir, para conseguir un mínimo de calidad, un trípode de bolsillo, un flash de n.g 32 o superior, aunque sea sencillo, y una célula fotoeléctrica. Este equipo básico nos puede servir tanto para iniciarnos en este tipo de fotografía como para documentar visitas espeleológicas o exploraciones donde no podamos llevar más peso.

FOTOGRAFIAR CON UN EQUIPO BÁSICO
La manera de proceder es muy sencilla. Nos situaremos en el centro del grupo con la cámara lista dentro de su funda. Un compañero llevará el flash conectado a la célula fotoeléctrica. A medida que avanzamos, nos podemos ir fijando en el efecto que crea la luz de nuestros compañeros para encontrar lugares interesantes para tomar fotografías y situar el flash en consecuencia. En casi todo momento podemos sacar la cámara y, de acuerdo con el compañero del flash, disparar. Para obtener una exposición correcta, los situaremos a la distancia adecuada del sujeto que queramos iluminar. Ya que el flash propio de la cámara nos proporcionará una imagen plana, podemos reducir su exposición a –1 punto o inferior, opción que acostumbran a tener muchas cámaras. De esta forma iluminaremos ligeramente el primer plano y dejaremos que el segundo flash sea el principal. Si no podemos variar la exposición del flash de la cámara nos podemos situar más lejos del primer plano o bien tapar el flash con un papel vegetal y cinta adhesiva. El segundo flash creará un relieve más fuerte contra más grande sea el ángulo entre la dirección a la que apunta el flash y la que apunta la cámara. Podemos ir más lejos si llevamos un trípode de bolsillo. Con él, buscando un punto elevado para tener perspectiva, podemos tomar fotografías aprovechando la luz que entre por las bocas o la que llevemos nosotros. Primero tendremos que medir la luz en la parte iluminada que nos interese. Siempre que podamos escogeremos la sensibilidad ISO más baja (conseguiremos colores más vivos y más detalle) y un diafragma mediano (conseguiremos más calidad con nuestro objetivo). Es posible que nuestra cámara no nos permita realizar exposiciones largas de más de un segundo, tanto si trabajamos en modo automático como manual. Si la cámara nos indica sub-exposición (signo negativo o número rojo) podemos probar de trabajar en modo de paisaje nocturno, donde la exposición se puede alargar normalmente hasta 4 segundos, como mínimo. Si aún no tenemos bastante podemos abrir el diafragma al máximo, procurando tener suficiente profundidad de campo, es decir que nos quede enfocado todo aquello que queramos. La última opción seria subir la sensibilidad ISO. Si queremos utilizar un segundo flash podemos prescindir de la célula fotoeléctrica, ya que durante los pocos segundos que dure la exposición podremos avisar para que la persona que tiene el flash pueda disparar. Debemos puntualizar que con una exposición de 2 a 4 segundos y un diafragma f5.6 o 8 la luz emitida por la linterna de carburo empieza a dominar la escena si hay mezcla de luces. En cuanto al balance de blancos, normalmente nos interesará situarlo en posición “sol” o “flash”, para poder mostrar la luz tal y como la vemos, es decir, la de flash blanca, la de la linterna de carburo, naranja y la que entre por la boca, azulada, si es que no da el sol. Si tenemos iluminación de leds esta luz saldrá blanca. Queda bonito el contraste de la luz cálida de la linterna de carburo con la luz fría que pueda entrar por la boca. Podemos experimentar con otras posiciones de balance de blancos.

PINTAR CON EL FLASH
Vamos a dar otro paso. Si nuestro objetivo es la fotografía, necesitaremos una cámara que nos permita hacer exposiciones largas, tanto como queramos. Por eso necesitaremos que el mando de selección de velocidades haya la posición B de “bulb” . La posición “B” nos permite tener el obturador abierto mientras tengamos apretado el botón disparador. Si lo hacemos con el dedo la fotografía nos saldrá movida, por tanto necesitaremos un cable disparador para poder bloquear este botón. Por otro lado algunas cámaras disponen de la posición “T”, donde nosotros apretamos el botón una vez para abrir el obturador y una segunda vez para cerrarlo. Pero, ¿por qué necesitamos exposiciones largas? Estas exposiciones nos permitirán llenar de luz un espacio relativamente grande disparando cada flash más de una vez, si es necesario, o incluso, cambiando de lugar los flash. Para poder realizarlo necesitaremos un trípode alto y estable, donde colocaremos la cámara. Encuadraremos ayudados por nuestros compañeros, que se pueden ir moviendo para poder determinar, mirando por el visor, los límites de la fotografía. Una vez encuadrada determinaremos el diafragma en función de los criterios antes mencionados. En este caso, si la exposición es muy larga, no nos interesa otra luz que la del flash, ya que la fotografía podría salir quemada. Una vez todo preparado, y con las luces apagadas, dispararemos en posición B y daremos la orden de disparar los flash. En este caso, como disponemos de tiempo, no es necesaria la célula fotoeléctrica. Si necesitamos mover los flash de lugar, taparemos la cámara con un trapo negro, nos volveremos a situar, apagaremos las luces, y empezaremos de nuevo destapando la cámara y disparando los flash. Todo esto tantas veces como sea necesario. El obturador permanecerá abierto hasta el final de la fotografía, obviamente.
Sea cual sea nuestro equipo fotográfico, es muy importante meternos bajo tierra con la ropa limpia. El fango seco, al mínimo movimiento, suelta pequeñísimas partículas que se meten por todos lados y pueden echar a perder la cámara, la película o ensuciar los objetivos y el sensor digital. Lo mejor es utilizar guantes durante nuestros desplazamientos y sacárnoslos en el momento que hacer la fotografía. Otro enemigo es la condensación de nuestro aliento y nuestro sudor. El vapor de agua próximo al objetivo e iluminado por el flash puede hacer que la fotografía no quede como queramos. Esto se soluciona dando un paso adelante antes de disparar o bien, en el caso de trabajar con trípode, alejándonos de la cámara.


PINTAR CON LINTERNAS
Unas de las mejores formas para pintar con linternas es usar dos tipos , una de iluminación intensa, y la otra más pequeña. Usar filtros de colores para hacer más creativas la fotografía.
Como en el caso del flash, es importante saber que arte vamos a iluminar y como lo haremos.
La iluminación lateral, contrapicados, y trasera pueden darnos maneras muy creativas de composición con colores y doistintos tipos de iluminacion con nuestras linternas.